Los decretos de los nuevos currículos derivados de la LOMLOE continúan sin publicarse en el Boletín Oficial de Canarias (BOC). A pesar de que antes de que acabara el curso urgimos a la Consejería a publicar los currículos (no solo los borradores que ha difundido) y dotarlos de seguridad jurídica, a escasos días de que volvamos a los centros educativos la situación no ha cambiado, y los docentes de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato siguen a la expectativa.
El 1 de septiembre comienza el curso y gran parte del profesorado desconoce los aprendizajes que debe proponer a sus alumnos.
La aplicación de la LOMLOE es escalonada, lo que significa que no todos los cursos se verán afectados a la misma vez. A continuación, te detallamos la situación por etapas:
- Infantil. En Infantil debe entrar en vigor el nuevo decreto de currículo de la LOMLOE, que no está publicado.
- Primaria. Los nuevos currículos LOMLOE deben aplicarse este curso a 1º, 3º y 5º de Primaria, donde tampoco se ha procedido a su publicación (2º, 4º y 6º continúan con el currículo LOMCE publicado a través del decreto 89/2014).
- Secundaria. En 1º y 3º de Secundaria tampoco están publicados los currículos LOMLOE, como prevé la ley (2º y 4º sí tienen currículo LOMCE publicados, decretos 315/2015 y 83/2016).
- Bachillerato. En Bachillerato entra en vigor el currículo LOMLOE en 1º. En 2º continúan con el currículo LOMCE, ya publicado (decretos 315/2015 y 83/2016).
Nuestro sindicato ha trasladado nuestro malestar en diversas ocasiones a la Administración y lo volverá a hacer ahora. Sin embargo, a la vista de cómo se han sucedido los acontecimientos todo indica que nuestras quejas seguirán sin ser escuchadas.
Somos conscientes de que hay otras comunidades autónomas en la misma situación, pero eso no es consuelo. No es de recibo que se aprueben leyes educativas y que no se pongan los medios para ponerlas en marcha adecuadamente. El profesorado debe conocer los aprendizajes que ha de llevar a las aulas con un mínimo de antelación. Esta forma de proceder solo demuestra que las leyes educativas no se hacen pensando en el sistema educativo